La situación en el Cantábrico al aprobarse el Estatuto Vasco
Dos acontecimientos de gran trascendencia política jalonaron la jornada del 1 de octubre de 1936. Por una parte, en el bando de los sublevados, el general Francisco Franco asumía el cargo como Jefe del Gobierno del Estado Español y Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire. En el lado republicano, las Cortes Generales aprobaban el mismo día el Estatuto Vasco. Una semana después, José Antonio de Agirre y Lekube era elegido Presidente del Gobierno Provisional del País Vasco, en el que además asumía la Consejería de Defensa.
La organización definitiva de la Marina Nacional
Con el nombramiento de Franco la Junta de Defensa Nacional desaparecía y se creaba una Junta Técnica del Estado que desempeñaría las funciones de Gobierno. En el Cuartel General del Generalísimo, que se situaría en Salamanca, se integraban los jefes de los Estados Mayores del Ejército y la Marina y la Jefatura de la Aviación. En lo que a la Marina se refiere, el 28 de octubre se designo Jefe del Estado Mayor de la Armada al vicealmirante Juan Cervera Valderrama. Al constituirse este órgano, las fuerzas navales dejaron de depender de los Ejércitos del Norte y del Sur y se estructuraron en tres núcleos, la Flota y las Bases Navales de El Ferrol y Cádiz. Esta configuración se mantendría básicamente hasta el final de la guerra. La Flota quedo constituida por los cruceros Canarias y Almirante Cervera y algunos cruceros auxiliares y paso a operar preferentemente en el Mediterráneo; siguió mandándola
Francisco Moreno, habilitado de contralmirante desde el 11 de noviembre. A la Base Naval de El Ferrol, luego denominada Departamento Marítimo de El Ferrol, bajo el mando del contralmirante Luis de Castro Arizcun, se adscribieron el acorazado España, el destructor Velasco, los cruceros auxiliares Dómine –desarmado en enero de 1937– y Ciudad de Valencia, las Flotillas de Patrulleros de Ribadeo y Pasajes y los buques menores y auxiliares encargados de la vigilancia de las rías gallegas y la zona de Pasajes-Bidasoa. A la Base Naval –luego Departamento Marítimo– de Cádiz, bajo mando del contralmirante Manuel Ruiz de Atauri, se asignaron tres cruceros auxiliares, las Fuerzas Navales del Norte de África y la Flotilla de Patrulleros del Estrecho.
Por lo que a la costa guipuzcoana se refiere, el capitán de navío Luis García Caveda sustituyo a Manuel Moreu como Jefe del Sector Marítimo del Cantábrico Oriental y Comandante de Marina de San Sebastián. La Flotilla de Pasajes se reforzó brevemente en octubre con los bous Juan Mary y Santa Urbana, que a finales de noviembre volvieron a Ferrol para pasar a continuación al Mediterráneo. El 21 de noviembre se incorporo el bacaladero Galerna, una vez artillado en Ferrol y clasificado como guardacostas; su comandante, capitán de corbeta Pablo Suanzes Jaudenes, asumió además el mando de la Flotilla.
La organización de la Marina Republicana
Al tomar posesión de su cargo el nuevo Presidente del Gobierno Provisional de Euzkadi el 7 de octubre, la Flota Republicana estaba fondeada en Bilbao. Seis días más tarde, la Flota abandonaba definitivamente el Cantábrico, rumbo a Cartagena. A su salida quedaron en Bilbao el destructor José Luis Díez (AN Carlos Moya Blanco), los submarinos C-2 (TN Eugenio Calderón Martínez) y C-5 (CC José Lara Dorda) y el Torpedero nº3 (AN Julián Sanchez-Gomez), y en Santander quedaron 3 hidroaviones74 (Capitán Fernando Beneito). Esta agrupación, provisionalmente al mando del capitán de corbeta Lara, conservo por unos días el nombre de Fuerzas Navales del Norte que pronto fue sustituido por el de Fuerzas Navales del Cantábrico.
La Marina Republicana quedaba formada así por la Flota (CC Miguel Buiza), las Fuerzas Navales del Cantábrico (CC José Lara Dorda) y las Bases Navales de Cartagena (TN Antonio Ruiz González), Mahón (Oficial 1º Naval Nicanor Menéndez) y la recién creada de Málaga (2º Maquinista Baudilio San Martin).
Con la Flota operaban los principales buques de combate (acorazado, cruceros, destructores y submarinos), salvo los que quedaron con las FNC; a las Bases Navales se adscriben los buques menores, torpederos, guardacostas y pesqueros armados, dedicados a labores de vigilancia y escolta. A diferencia de la Marina franquista, no existe un Estado Mayor que planifique y coordine las operaciones navales y todas las fuerzas dependen directamente del ministro de Marina y Aire, Indalecio Prieto. La experiencia adquirida durante la guerra obligara a crearlo en diciembre de 1936.
El 24 de octubre el capitán de corbeta Federico Monreal y Pilon asumía la Jefatura de las Fuerzas Navales del Cantábrico, en sustitución de Lara; como Jefe de Estado Mayor continuaba el oficial 2º radiotelegrafista Emilio Alcedo Aranzasti. Desgraciadamente para la eficacia operativa de esta unidad, nacía con el mal endémico que padeció la Marina Republicana durante toda la guerra: la escasez de oficiales y que muchos de los existentes simpatizaban con los sublevados. Fueron tan pocos los oficiales verdaderamente leales que su actitud fue fácilmente sofocada o manejada por los demás. Basta comprobar, por ejemplo, que mas de la mitad de los oficiales del Cuerpo General que estuvieron destinados en las Fuerzas Navales del Cantábrico se pasaron al enemigo en diversos momentos de la contienda, entre ellos un Jefe de las FNC, varios miembros del Estado Mayor, tres comandantes de destructores y dos de submarinos y de otro mas se sospecha que provoco el hundimiento de su submarino, muriendo con el75. Para cuando estas deslealtades se conocieron ya era demasiado tarde.
Era evidente que las recién creadas Fuerzas Navales del Cantábrico disponían de medios muy limitados para desempeñar sus misiones: evitar el bloqueo de la costa republicana por las unidades navales enemigas, asegurando las comunicaciones con el exterior y garantizando el libre ejercicio de la pesca76. Por eso la Jefatura de las FNC, en un intento por ampliar los medios disponibles, decidió artillar los bacaladeros de PYSBE, para que actuaran en misiones auxiliares de vigilancia costera y escolta del tráfico mercante. Eran buques de construcción solida y excelentes condiciones marineras, diseñados para soportar largas campanas en aguas difíciles como las de Terranova o Islandia. Para su artillado se disponía de 4 cañones de 101’6 mm., marca Vickers, que habían sido desmontados y desembarcados del acorazado Jaime I durante su estancia en Bilbao.
El primer barco en ser artillado fue el Mistral. Las obras de acondicionamiento necesarias se llevaron a cabo en los astilleros Euskalduna, quedando listo a mediados de octubre. Su gemelo, el Tramontana no pudo serlo porque había zarpado el 29 de septiembre para el Mediterráneo, reclamado por el ministro de Marina para cumplir misiones especiales77. El segundo bacaladero seleccionado fue el Galerna, pero antes de iniciarse los trabajos de acondicionamiento fue apresado por los bous de la Flotilla de Pasajes78. El hecho provoco la suspensión del servicio de enlace con Bayona mediante bacaladeros, utilizándose en adelante buques de menor porte. A falta del Galerna, sucesivamente irían pasando por Euskalduna para artillar el Vendaval –listo a finales de octubre– el Euzkal-Erria y el Hispania –armados ya en noviembre–. A todos se les instalo un canon de 101’6 mm. A proa, dos ametralladoras antiaéreas Steyr de 8 mm. En el puente y se les proporciono un fusil ametrallador, 22 fusiles y bombas de mano como armamento portátil para la dotacion79. Además al Mistral se le añadió a popa un canon Vickers de 76’2 mm. Procedente del bou Tiburón capturado en agosto por la aviación republicana de Santander.
Los barcos conservaron inicialmente sus tripulaciones de PYSBE, pagadas por el Gobierno Vasco y reforzadas con algunos artilleros de la Armada. Si desembarcaron, en cambio, todos los comandantes y algunos oficiales. Como nuevos comandantes–que hasta su paso a la Marina de Euzkadi se denominaron capitanes– fueron designados Manuel Galdós Uzkanga para el Mistral, Enrique Moreno Plaza para el Vendaval, Augusto Fernández González de Linares para el Euzkal-Erría y Santiago de Asolo y Landea para el Hispania. Todos ellos eran capitanes mercantes sin preparación militar; los tres primeros procedentes de la oficialidad de PYSBE y el cuarto de Sota y Aznar.
Los únicos medios adicionales con que contaban las FNC eran los dragaminas de las Delegaciones Marítimas y una amplia red de semáforos y puestos de observación, comunicados telefónicamente entre si y que se extendía desde Cabo Busto a Ondarroa80.
Notas
74 El cuarto hidroavión, el S-25, lo llevo a bordo el Jaime I a su regreso al Mediterráneo.
75 De los 18 oficiales del Cuerpo General de la Armada que sirvieron en las Fuerzas Navales del Cantábrico, 9 desertaron y 2 más, simpatizantes de los rebeldes según se ha sabido después, murieron en acción. Otros 10 oficiales de diversos cuerpos (Maquinas, Intendencia, Sanidad,...) que servían en las FNC también se pasaron al enemigo. La lista de los oficiales del Cuerpo General que estuvieron destinados en las FNC es la siguiente:
•˙CN Valentín Fuentes López. Jefe de FNC. Un pundonoroso oficial republicano, el único que alcanzaría el almirantazgo durante la guerra.
•˙CF Enrique Navarro Margati. Jefe de FNC. Deserto el 16-6-37 en
Pauillac (Francia).
•˙CC Remigio Verdia Joli. Primer jefe de las Fuerzas Navales del Norte y comandante del C-6 y de la Flotilla de Submarinos. En opinión de sus propios enemigos era el mejor oficial con que contaba la Marina Republicana. Falleció el 2-1-37 en Málaga durante un bombardeo aéreo.
•˙CC José Lara y Dorda. Jefe de FNC y comandante del C-5.
Simpatizaba decididamente con los rebeldes y se le atribuye el haber provocado el hundimiento de su submarino el 31-12-36, en el que
Pereció toda la tripulación.
•˙CC Federico Monreal y Pilon. Jefe de FNC. Se mantuvo leal a la
Republica.
•˙CC Vicente Agullo Asensi. Jefe interino de FNC y Jefe del Estado
Mayor de FNC. Deserto el 16-6-37 en Pauillac (Francia).
•˙TN Evaristo López Rodríguez. Comandante del T-3, observador en la Escuadrilla de Hidros, auxiliar del Estado Mayor de FNC y comandante del José Luis Díez. Deserto el 16-6-37 en Le Verdon (Francia).
•˙TN Eugenio Calderón Martínez. Comandante del C-2. Durante la prolongada reparación de su buque (5 meses), se refugiaba diariamente en un túnel del ferrocarril de Portugalete para protegerse de los bombardeos y entretenerse con libros de lectura. La gente le llamaba “el comandante del túnel”.
•˙TN Jesús Lasheras Mercadal. Comandante del C-4. Deserto el 18-9-37 en Le Verdon (Francia). Intento apoderarse del C-2 en Brest para entregarlo a los franquistas.
•˙TN José Ruiz de Ahumada. Comandante del T-3. De ideas moderadas pero sirvió con la Republica hasta el final.
•˙TN Gerardo López de Arce. Auxiliar (Jefe de claves) y durante un tiempo Jefe del Estado Mayor de FNC. Deserto el 24-10-37 en
Francia.
•˙AN José Mª García Presno. Comandante del Císcar y del José Luis
Díez. Ascendió a TN el 23-4-37. Deserto en Falmouth (Inglaterra) en septiembre de 1937. Un informe del Estado Mayor del Ejercito le calificaba de cocainómano y bebedor empedernido.
•˙AN Antonio Arbona Pastor. Comandante del C-3. El submarino regreso pronto al Mediterráneo y fue hundido frente a Málaga, el 12-
12-36, por el submarino alemán U 34 que actuaba de modo encubierto. Arbona falleció en el ataque.
•˙AN Oscar Scharfhausen y Kebbon. Comandante del B-6. En el viaje de incorporación a las FNC facilito el hundimiento del submarino el 19-9-36. Después se infiltro secretamente en Bilbao para secuestrar un submarino. Fue detenido pero no identificado y las autoridades republicanas no llegaron a conocer el plan. Liberado en la toma de Bilbao, se incorporo luego a la Marina franquista.
•˙AN Julián Sanchez-Gomez Ferragut. Comandante del T-3; falleció el 18-1-37 en el dragaminas Mari-Toya al chocar con una mina cuando dirigía el rastreo en el Abra de Bilbao. Uno de los desertores informo que simpatizaba con los sublevados.
• AN Carlos Moya Blanco, Comandante del José Luis Díez. Deserto el 9-3-37 en Burdeos (Francia).
•˙AN José Luis Ferrando Talayero. Comandante del C-2. Deserto el
18-9-37 en Brest (Francia). Intento, sin éxito, apoderarse del buque y entregarlo a los franquistas.
•˙AN Juan Antonio Castro Izaguirre. Comandante del Císcar. Otro buen oficial. Ascendió a TN el 30-9-37. Sirvió en las Fuerzas Navales
Francesas Libres durante la Segunda Guerra Mundial.
76 Resulta extraño que entre sus objetivos no figurara nunca el de interceptar las comunicaciones y el trafico enemigo. Solo se puede explicar a la vista de las deslealtades de muchos de sus mandos y de esa especie de complejo de inferioridad técnica o sobrevaloración de la potencia del enemigo, nacida al socaire del hundimiento del destructor Almirante Ferrándiz en el Estrecho (29-9-36).
77 El Tramontana aprovecho el viaje para transportar dinamita; tras una breve escala en Santander, llego a Cartagena el 7 de octubre. Una vez allí efectuó cuatro viajes conduciendo oro del Banco de España a Marsella, para pagar las compras de material militar hechas en Francia. Después se dedicaría a labores de transporte entre Cartagena y los puertos republicanos del Mediterráneo. Una descripción mas amplia de sus actividades se puede encontrar en PARDO SAN GIL, Juan: “La Flota de PYSBE durante la Guerra Civil (1936-1939)”, publicado en la revista Bilduma, no5 (1991) y en el capitulo VII, dentro del apartado dedicado a los “Marinos Vascos en la Armada Republicana
78 El Galerna había salido de Bayona el 15-10-36 a las tres y media de la tarde. Lo mandaba el primer oficial, Jorge Martin Posadillo, ya que el capitán Germán Gómez había decidido quedarse en Bayona el viaje anterior. Al oscurecer y contra todo sentido de precaución, el Galerna encendió las luces. A las seis de la tarde fueron avistados 4 bous armados que resultaron ser el Alcázar de Toledo, Virgen de Iciar, Denis y Virgen del Carmen de la Flotilla de Pasajes. El Alcázar de Toledo le hizo 3 disparos de aviso y el Galerna se detuvo, siendo luego abordado y conducido a Pasajes. Según se supo mas tarde, Germán Gómez y Jorge Martin Posadillo habían informado previamente a las autoridades franquistas de su salida, conviniendo con ellas la ruta a seguir a fin de que pudiera ser interceptado sin dificultad. Varios de los tripulantes y pasajeros del Galerna fueron torturados y después fusilados por los rebeldes, entre ellos el sacerdote y escritor nacionalista José de Ariztimuno Aitzol y el delegado y 3o oficial del buque Salvador Echenique. El Galerna fue posteriormente reacondicionado y artillado en Pasajes y Ferrol e incorporado a la Marina de Guerra Nacional.
79 El fusil ametrallador, que al parecer no se instalo en el Hispania, era marca Astra en el Euzkal-Erria y marca Hotchkiss en los otros dos bous. Los fusiles eran en su mayoría Mauser de 7 mm., aunque había también algunos de fabricación checa de 7,92 mm.
80 CEREZO MARTINEZ, Ricardo: Armada Española, Siglo XX, (4 vol.), Ediciones Poniente, Madrid, 1983, tomo tercero, p.181. Los principales estaban situados en Cabo Penas, Candas, Gijón-Santa Catalina, Cabo Torres, Ermita de la Provincia, Villaviciosa, Lastres, Colunga, Ribadesella, Llanes, Tina Mayor, Cabo Mayor, Santander, Santona y Bilbao, donde luego se enlazaría con los que organizara el Gobierno Vasco
Fuente
Euzkadiko Gudontzidia -La Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (1936-39)
Autor Juan Pardo San Gil
Idioma Euskera y Castellano
Editorial Untzi Museoa-Museo Naval de Donostia-San Sebastián
Año de edición 2008, primera edición en 1998
Agradecimientos a:
Juan Pardo San Gil
Untzi Museoa-Museo Naval de Donostia-San Sebastián
http://um.gipuzkoakultura.net/index-es.php??
Nota
Los textos que he seleccionado son literales respetando ortografía, nombres propios, toponimia y denominaciones de aviones, buques y bandos políticos
El bando “Rebelde” puede leerse también como “Franquista” ó “Nacional”
El bando “Gubernamental ”puede leerse también como “Republicano”
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Hace 5 años
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