Los buques vascos en Francia
Con motivo de las operaciones navales y especialmente de la evacuación del Norte republicano, un buen número de buques de la Marina Auxiliar y de las Fuerzas Navales del Cantábrico habían conseguido alcanzar puertos franceses. Habían llegado en cuatro oleadas:
• La primera se produjo en marzo-abril de 1937, con motivo del combate de Machichaco y el bloqueo de Bilbao. Dejo en Francia al bou Donostia y al vapor Mourisca (luego Arabarra/ D-4), que se unían así al Domayo (luego Napartarra/D-3), en Bayona desde noviembre de 1936 para efectuar el enlace radio con Bilbao.
• La segunda llego con la evacuación de Bilbao en junio de 1937, que trajo a Francia a la L-4, el yate Epailla 5 y a la canoa Txepetx.
• La tercera, y sin duda la mas numerosa, a consecuencia de la evacuación de Santander, en la que llegaron entre agosto y septiembre los dragaminas D-1, D-2, D-5, D-6, D-7, D-8, D-12, D-13, D-14, D-16 y D-19 y las motoras auxiliares L-5 y L-6 de la Marina de Euzkadi, junto con los dragaminas D-10, D-11, D-23 y San Antonio, la lancha V-8, los bous Bizkaya, Gipuzkoa e Iparreko-Izarra, los submarinos C-2 y C-4 y el destructor José Luis Díez de las FNC.
• La cuarta, resultado de la evacuación definitiva de Asturias, condujo a puertos franceses en octubre al Torpedero nº3, los dragaminas D-9, D-21, D-22, San José y Justiniano, las motoras auxiliares L-1 y L-3 y la lancha V-9, todos de las Fuerzas Navales del Cantábrico. Todos los buques estaban repartidos por numerosos puertos franceses del Atlántico, según se puede apreciar en el cuadro adjunto. Los problemas e incidentes con los buques recién llegados a
Francia surgió desde el primer momento. El Epailla 5 fue asaltado por agentes franquistas el 12 de julio en Bayona, aprovechando un descuido de su tripulación y conducido a Fuenterrabía. La L-4 seria trasladada por su propietario a la zona rebelde, a finales de 1937, con una tripulación traida ex profeso para ese viaje. Un intento anterior, realizado el 25 de octubre, por llevarse la L-5 de regreso a Ondarroa fue desbaratado por su patrón. Por ello las primeras acciones de las autoridades vascas y republicanas en Francia estuvieron encaminadas a organizar y atender al gran número de personas y embarcaciones llegadas. Por lo que a los buques de La Marina Auxiliar se refiere, todos los dragaminas y laguntzailles quedaron, desde diciembre de 1937, bajo la responsabilidad de la Dirección General de Pesca que tenia instalada al efecto una oficina en Rochefort. Los buques quedaron con tripulaciones reducidas y el resto del personal fue pasaportado a España a medida que se iban movilizando quintas. Los primeros desembarcos masivos comenzaron en septiembre. De todas formas un buen numero de marineros prefirió permanecer en Francia en centros de acogida o trabajando por su cuenta en la tala de pinos en Las Landas o en labores de campo; los menos se pasaron a territorio rebelde.
Los problemas mas serios a que tuvieron que enfrentarse las autoridades republicanas fueron dos, hacer frente a los diversos intentos de agentes franquistas por apoderarse de las embarcaciones bien por la fuerza o bien mediante demandas judiciales y conseguir poner a punto los buques para que volvieran a territorio republicano. Los intentos de apoderarse de buques republicanos cosecharon un sonoro fracaso cuando el 18 de septiembre los comandantes del C-2 y del C-4, con ayuda de agentes franquistas, asaltaron en Brest al C-2 con intención de trasladarlo a la España nacional. La dotación sospecho de ellos y tras un forcejeo en el que murió uno de los asaltantes, estos fueron rechazados y no se volvería a repetir una operación de estas características.
BUQUES DE LAS F.N.C. Y MARINA DE EUZKADI EN FRANCIA311 (1-XI-37)
LE HAVRE Destructor José Luis Díez
BREST Submarino C-2
SABLES D’OLONNE Dragaminas D-5 y D-6
LA PALLICE Bou Donostia
ROCHEFORT Dragaminas D-1, D-2, D-7, D-8, D-10,
D-11, D-12, D-13, D-14, D-16, D-19, D-23 y San Antonio; motoras auxiliares L-5 y L-6
BURDEOS Submarino C-4; bous Bizkaya, Gipuzkoa e Iparreko-Izarra; Torpedero nº3; dragaminas Justiniano y San José; lanchas L-1 y V-8
ARCACHON Dragaminas D-9, D-21 y D-22; lancha L-3
BAYONA Buques auxiliares Napartarra/D-3 y Arabarra/D-4; lancha L-4; canoa Txepetx
SAN JUAN DE LUZ Lancha V-9
Total F.N.del Cantábrico 1 destructor, 2 submarinos, 3 bous, 1 torpedero, 2 dragaminas, 1 lancha
Total Marina de Euzkadi 1 bou, 19 dragaminas, 2 buques auxiliares,
4 lanchas auxiliares
Más complicaciones trajeron las demandas que interpusieron los armadores afectos al régimen franquista ante los tribunales franceses para hacerse con el dominio de los barcos. En el caso de los bous Gipuzkoa y Bizkaya sus antiguos propietarios de PYSBE consiguieron el 22 de septiembre que el Tribunal Civil de Burdeos embargara los dos bous. El Consulado republicano en Burdeos rechazo la notificación del embargo alegando que se trataba de buques de guerra y por tanto, como propiedad de un Estado, inembargables. Pero los buques quedaron, por el momento, sin autorización para salir del puerto. También se intento embargar el Donostia312 en mayo de 1938 y el Iparreko-Izarra en julio siguiente, pero ambos intentos fueron igualmente rechazados por las autoridades republicanas.
Esta medida del embargo de buques a petición de sus antiguos propietarios reales o, a veces, ficticios, aunque hubieran sido legalmente requisados, fue la artimaña que emplearon habitualmente los representantes franquistas para inmovilizar toda la flota mercante y pesquera refugiada en Francia. Para mayo de 1938, algunas reclamaciones de armadores residentes en territorio franquista consiguieron el embargo e inmovilización de varias embarcaciones. Se trataba de barcos de matricula gallega, asturiana o santanderina, aunque entre ellos había algún dragaminas como el Nuevo Constante (D-9) y el Constante Barreiro (D-10). Este fue el primer aviso, porque en julio agentes franquistas consiguieron embargar la practica totalidad de los pesqueros existentes en Burdeos, Rochefort, Bayona y Sables d’Olonne, incluidos los dragaminas. Únicamente se excluyeron de esta medida las tres unidades que pertenecían a la Armada Republicana antes de comenzar la guerra313. A lo largo de 1937 y 1938, la Embajada en Paris efectuó numerosas gestiones ante los Ministerios de Marina, Asuntos Exteriores y Justicia de Francia para obtener el levantamiento del embargo, al menos de aquellos buques requisados al servicio de la Armada, pero no tuvieron éxito estos intentos y en noviembre de 1938 se abandonaron definitivamente.
Sin embargo, mientras esto ocurría, la Marina Republicana ponía también en marcha diversos planes para el supuesto de que los barcos pudieran volver a salir. El primero de ellos, ideado por el propio Ministro de Defensa, Indalecio Prieto, parece ser que consistía en efectuar un desembarco sorpresa en Santona con el José Luis Díez, los submarinos C-2 y C-4 y varios bous armados para apoderarse por sorpresa del penal del Dueso y liberar a los 12.000 gudaris vascos que allí se encontraban prisioneros. Una vez armados, avanzarían sobre Bilbao para tomarlo y liberar a varios miles mas recluidos en las cárceles de la villa y de otras localidades. En ese momento se enviaría aviación y se habría conseguido abrir de nuevo el Frente Norte314. Aparte de este plan, sin duda bastante fantasioso, hubo otro mucho mas realista consistente en efectuar una incursión por la costa cantábrica con alguno de los bous con el fin de atacar a los buques mercantes y pesqueros franquistas que operaban en aquellas aguas315.Para ello se hizo entrar en dique al Gipuzkoa el 15 de febrero de 1938 con objeto de limpiar fondos, pintar y efectuar las reparaciones necesarias. Además se reforzó su artillería, añadiendo a sus 2 piezas de 101’6 mm., otras 2 de 47 mm. procedentes del Torpedero nº3 y un nuevo telemetro. Después embarco carbón y víveres con lo que, a comienzos de marzo, el barco estaba listo para volver al servicio. En el Bizkaya, que había llegado de Asturias sin artillería, las obras se retrasaron varios meses. Informaciones franquistas aseguraban que fue armado de nuevo con 2 cañones de 101’6 procedentes del destruido acorazado Jaime I.
Se habían producido también diversos cambios en el personal de los buques. El 3 de noviembre se nombro comandante de todos los buques de la Armada en Burdeos (excepto el C-4) al TN José Ruiz de Ahumada, comandante del Torpedero nº3, que ordeno el desembarco de la mayoría de las dotaciones entre el 7 y el 12 de noviembre y su traslado a territorio republicano por la frontera catalana, aunque, como ya se ha dicho, casi la mitad de los desembarcados prefirió permanecer en Francia. Los barcos quedaron con tripulaciones reducidas y los comandantes del Bizkaya y Gipuzkoa fueron sustituidos el 12 de noviembre por el teniente de navío de la Reserva Naval y antiguo oficial del Ciscar, Antonio Fernández Santos, mientras el del Iparreko lo fue por el auxiliar 2o naval Juan Sobier Poith, 2o comandante del Torpedero nº3. El propio Ruiz de Ahumada fue cesado el 6 de diciembre y enviado a Barcelona. Le sustituyo Fernández Santos, a su vez relevado el 11 de enero de 1938 por el capitán de corbeta de la Reserva Naval Francisco Miranda Díaz que, además, el 13 de de marzo fue nombrado comandante del Gipuzkoa. Al mismo tiempo, se envió a Burdeos personal suficiente para completar la dotación del bou.
Todos estos esfuerzos resultaron vanos pues, en vista de la orden de embargo que pesaba sobre los bous, el Gobierno francés no concedió el permiso de salida y los barcos tuvieron que permanecer en puerto hasta el fin de la guerra. En octubre de 1938, descartada ya la idea de efectuar un raid con el Gipuzkoa y el Bizkaya, se realizaron algunas gestiones con el fin de llevar a cabo al menos un golpe de mano con el Iparreko- Izarra, igualmente sin éxito. Se preparo entonces el vapor bilbaíno Carranza316, dotándole únicamente de armamento
portátil (una ametralladora, fusiles y bombas de mano), pero enterados los franquistas consiguieron que fuera embargado en noviembre, frustrando también este ultimo intento. En noviembre de 1938, el capitán Miranda no tuvo mas remedio que repatriar a las tripulaciones y entregar los barcos al responsable de la flota mercante y pesquera en Francia, Pantaleón León. En marzo de 1939, una delegación franquista encabezada por el capitán de corbeta Rodríguez Pascual se hizo cargo de todos ellos como resultado de los acuerdos firmados con el Gobierno francés el 19 de febrero. Las autoridades vascas no pusieron obstáculos a la entrega. Antes bien, por encargo expreso de José Antonio Agirre, prestaron su colaboración a las autoridades francesas para que pudieran cumplir los compromisos adquiridos, en señal de agradecimiento a la hospitalidad que Francia había demostrado con los vascos. Los representantes vascos se limitaron a solicitar garantías por escrito de que no se ejercerían represalias sobre los tripulantes y que se les respetarían sus puestos de trabajo y sus derechos de propiedad y aunque no se consiguieron esas garantías por escrito si se dieron
verbalmente317. Los barcos volverían a Pasajes en mayo de 1939.
Las unidades de la Armada Republicana si fueron autorizadas a efectuar reparaciones y recibir armas y pertrechos militares. Una vez completados los trabajos salieron de regreso al Mediterráneo. El primero en volver fue el C-4 (CC Luis Martínez=I.A. Burmistrov) que salió de Burdeos el 14 de abril de 1938 y llego a Cartagena el 23; llevaba como oficial de derrota a un portugalujo, el capitán de corbeta de la Reserva Naval Esteban Hernandorena318. Le siguió el C-2 (CC Severino Montero =N.P.Yegipko), que salió de Saint Nazaire el 17 de junio y llego sin contratiempos a Cartagena el 26. El ultimo de los buques de las antiguas Fuerzas Navales del Cantábrico, el José Luis Díez (TN Juan Antonio Castro Izaguirre), zarpo de Le Havre el 20 de agosto. A pesar de ir camuflado como destructor ingles Malcolm (D-19), su paso por el Estrecho era de sobra conocido por la Flota Nacional, interceptándole el Canarias (CN Ramón Agacino, con el contralmirante Moreno a bordo) cuando intento cruzar el 27 de agosto. El José Luis Díez recibió un impacto en proa que le obligo a entrar en Gibraltar con bastantes bajas. Después de reparar durante más de tres meses, el Díez volvió a intentar la salida el 30 de diciembre de madrugada, y de nuevo encontró un fuerte dispositivo de buques franquistas que le cerró el paso. El choque se desarrollo a muy corta distancia; el minador Vulcano (CF Fernando Abarzuza) le cerro el paso y llego a colisionar con el para evitar que escapara por su mayor velocidad, forzándole a varar en la playa319. De esta forma terminaba la peripecia del último de los buques republicanos del Cantábrico.
Notas
312 Del Donostia intento hacerse cargo el Consulado de Burdeos el 20-10-37, ordenando el desembarco de la mayor parte de su tripulación y su sustitución por cuatro cabos y marineros del C-4, pero no lo consiguió hasta el 1 de noviembre. A partir de ese mes seria la Armada Republicana quien se ocuparía de la atención del buque y perdería así su vinculación con la Marina de Euzkadi. El 17-4-38 tuvo que desembarcar su artillería y demás armas de a bordo y depositarlas en un arsenal francés.
313 Sexta Menoría que presenta el Ingeniero Director del Puerto de El Ferrol, relacionado con el viaje a Francia desde el día 30 de junio hasta el 28 de julio de 1.938, para realizar diversas actuaciones al objeto de cumplimentar su comisión de embargo e inmovilización y posible rescate de los barcos españoles huidos a Francia, El Ferrol, 12-8-38 (SHA). También se excluyeron del embargo varias lanchas y embarcaciones pequeñas a las que se autorizo a cruzar por el canal de Midi y llegar al Mediterráneo en mayo de 1938. Eran las lanchas Teresa y Azkena de la Delegación Marítima de Santander; la Txepetx, de la Marina Auxiliar, y las Txirimol, Marissi, Txonta y Aida Lafuente de la Consejería vasca de Industria. Llegaron en junio al puerto de Rosas, donde la Txepetx se incendio. Las demás fueron incorporadas a la Marina Republicana como lanchas antisubmarinas K-8, K-19, K-11, K-15, K-17 y Ella respectivamente. El Torpedero nº3 que llego en muy mal estado, fue desarmado y desguazado en Burdeos. Parte de sus equipos se utilizaron para los bous y otros se remitieron a territorio republicano.
314 ROMANA ARTEAGA, José Miguel: Historia de la Guerra Naval en Euskadi, (6 vol.), Editorial Amigos del Libro Vasco, Echevarri, 1984-86, pags.1644-45 (Volumen 6).
315 Boletín de Información del Departamento Marítimo de El Ferrol, nº37,4-2-38, y Nota del Cuartel General del Generalísimo para la
Comandancia del Departamento Marítimo de El Ferrol, Salamanca, 24-3-38 (SHA). Hay que tener en cuenta que, desde noviembre de 1937, el dispositivo naval de la Marina Nacional en el Cantábrico se había reducido considerablemente, consistiendo ahora solo en los
guardacostas Alava y Galerna, algunos pocos bous y patrulleros y la
Flotilla de Dragaminas.
316 Vapor de 524 TRB, propiedad de la Sociedad de Servicios Marítimos (Madrid).
317 Notas elaboradas por D. Santiago Aznar y D. Santiago Chausson para el Sr. Prefecto de La Gironde, Burdeos, 9-3-39 (APNV).
318 Esteban Hernandorena Zubiaga (Portugalete, 1905-1965) era capitán de la Marina Mercante. Navego en varios cargueros y luego en buques de pesca. Durante la guerra fue miembro del Consejo Superior de Pesca del Gobierno Vasco (Departamento de Industria). Se incorporo luego a la Reserva Naval de la Armada Republicana con la categoría de CC. Sirvió como oficial de derrota en los submarinos C-2 y C-4 durante su viaje de retorno desde Francia a Cartagena y después lo fue también del José Luis Díez. Después de la guerra se exilio a México y navego por el Pacifico durante la II Guerra Mundial. De regreso a Europa, en 1947, embarco como oficial en un barco dedicado a trasladar inmigrantes judíos clandestinos desde Rumania a Palestina. Ingreso luego en la compañía nacional israelí ZIM, mandando varios buques. Falleció en Haifa, donde una calle lleva su nombre como homenaje.
319 En el combate del 27-8-37, el José Luis Díez tuvo 2 muertos,
6 desaparecidos y 10 heridos, entre ellos el 2o comandante Rafael
Menchaca. También fallecieron 24 pescadores de las dotaciones de dos pesqueros que había detenido antes y que estaban en el lugar donde se recibió el impacto del Canarias. En el combate del 30-12-38 recibió cuatro impactos que le causaron 4 muertos, 1 desaparecido y 12 heridos, uno de los fallecidos era Ángel Arruti Calonge, de San Sebastián. El Vulcano, que recibió cinco impactos, tuvo 5 heridos a bordo.
Fuente
Euzkadiko Gudontzidia -La Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (1936-39)
Autor Juan Pardo San Gil
Idioma Euskera y Castellano
Editorial Untzi Museoa-Museo Naval de Donostia-San Sebastián
Año de edición 2008, primera edición en 1998
Agradecimientos a:
Juan Pardo San Gil
Untzi Museoa-Museo Naval de Donostia-San Sebastián
http://um.gipuzkoakultura.net/index-es.php?
Nota
Los textos que he seleccionado son literales respetando ortografía, nombres propios, toponimia y denominaciones de aviones, buques y bandos políticos
El bando “Rebelde” puede leerse también como “Franquista” ó “Nacional”
El bando “Gubernamental ”puede leerse también como “Republicano”
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Hace 5 años
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